Recogida en contenedores
Hoy en día, casi en todos los municipios de Euskal Herria se emplea este sistema. En este sistema, el vidrio, el papel y el cartón, y los envases se pueden recoger de manera selectiva.
Sin embargo, este sistema no separa la fracción orgánica. La materia orgánica supone cerca del 40% de la composición de una bolsa de residuos generada en un domicilio. Por lo tanto, pese a hacer el esfuerzo por separar el vidrio, los envases y, el papel y el cartón, en el mejor de los casos, la recogida selectiva no supera la barrera del 30%. Es decir, el 70% de los residuos irían al vertedero.
Además recogiendo la materia orgánica mezclada se incumple la ley. Según las directivas de Europa, desde el 2001, los pueblos de más de 5.000 habitantes tienen la obligación de realizar la recogida diferenciada de la materia orgánica. Por desgracia, aún son pocos los pueblos que cuenten con la infraestructura adecuada para cumplir la ley.
La recogida no-selectiva de la materia orgánica tiene consecuencias nocivas
El hecho de verter la materia orgánica mezclada con el resto de residuos tiene consecuencias nocivas para el medio ambiente y para la salud. Si la materia orgánica se descompone junto a otros residuos tóxicos, emite gases tóxicos y contamina las aguas subterráneas.
Las peores consecuencias son para las personas que habitan los alrededores del vertedero ya que los olores que emite son realmente desagradables. Pero los gases y los lixiviados no tienen límite y provocan daños a largo plazo tanto en el medio ambiente como en nuestra salud.
Reemplazar los viejos vertederos por las nuevas incineradoras no supone más que agudizar esos problemas. En realidad, en la incineradora se queman muchos residuos que son fácilmente reciclables, y también se consume mucha energía. Este sistema necesita, además, un vertedero para los residuos tóxicos que genera. Si fuera poco, en las combustiones de altas temperaturas se crean gases tóxicos que provocan un deterioro de la calidad del aire que respiramos. Por lo tanto la incineración es fuente de problemas y consecuencias nocivas, a largo plazo.
Quinto contenedor: modelos y resultados
Existe la posibilidad de recoger la materia orgánica de modo diferenciado a través del quinto contenedor, pero ese sistema es limitado si la participación es voluntaria. Puesto que únicamente aquellas personas que manifiestan la voluntad de participar en el programa pueden separar la materia orgánica.
Si se utiliza el sistema de contenedor marrón con apertura mediante tarjeta identificativa, parece ser que (según los datos hechos públicos por los usuarios de este sistema) la recogida selectiva puede mejorar unos puntos porcentuales, pero si combinamos este tipo de contenedor con contenedores abiertos para el rechazo difícilmente se puede superar la recogida selectiva por encima del 40%. Además, la calidad del bioresiduo recogido en el contenedor marrón es de menor calidad ya que suben los impropios, y se generan problemas en el proceso de compostaje.
Si combinamos el contenedor para la recogida de bioresiudo con contenedores cerrados con llave o tarjeta, en algunas poblaciones se han publicados datos donde se indica que la recogida selectiva llega al 60%. Sin embargo, cabe destacar que en este tipo de sistemas la calidad de los residuos recogidos en los contenedores para envases ligeros, papel e incluso en la orgánica los impropios se elevan mermando así la calidad de los residuos recogidos.
En este modelo del contenedor marrón el nivel de impropios en el bioresiduo supera el 15% en muchos casos, haciendo inviable su compostaje e imposibilitando el mezclado con otros lotes de buena calidad para el compostaje.
Existen experiencias, donde se ha establecido el quinto contenedor, donde el porcentaje de impropios de los contenedores de envases ligeros alcanza el 25%.
Sexto contenedor
También existen ejemplos donde a los modelos anteriores se le ha añadido un sexto contenedor: el contenedor para los pañales. En este caso la recogida selectiva puede subir puesto que posibilita depositar fuera del contenedor de rechazo los pañales. Queda a merced del usuario la elección de dónde depositar este tipo de residuos.
La recogida puerta a puerta
La única manera de reciclar todo lo que realmente es reciclable es cambiando el sistema de recogida. Es necesario apostar por la recogida puerta a puerta.
Gracias a la recogida puerta a puerta se cumple con la ley, ya que como lo exige la directiva europea, se recoge toda la materia orgánica de manera selectiva. Además, recogiendo la orgánica separadamente en origen, la calidad es mucho mejor. El nivel de impropios es mucho menor del 1%. Los últimos resultados de los municipios de Usurbil y Hernani así lo demuestran: Usurbil 0,49% (18/02/2019) y Hernani 0,14% (21/02/2019).
Con el puerta a puerta se consiguen resultados espectaculares desde el primer día. Gracias a la participación de toda la ciudadanía, y no únicamente por parte de la más concienciada, la tasa de recogida selectiva supera el 80% y, por lo tanto, se lleva a reciclar casi toda la materia reciclable. Así, el medio ambiente no sufre y se protege nuestra salud. Además, el tipo de vertedero conocido hasta ahora no es necesario, y aún menos las incineradoras que ponen nuestra salud en peligro.
La recogida puerta a puerta es totalmente viable. Existen numerosos casos de éxito, tanto en pequeños municipios como en grandes ciudades, que muestran que este sistema es técnica y económicamente viable.